La lucha por el éxito social

 

Autor: Pierre Scordia 

El ser humano necesita éxito social para lograr ser aceptado y respetado por su comunidad. El alcance de este objetivo le aporta al mismo tiempo poder e influencia. Toda existencia humana en grupo se funda sobre este paradigma. Desgraciadamente, cualquiera sea el sistema, el individuo confrontará los obstáculos que voluntariamente le impondrán los miembros de su tribu. Así el hombre en su naturaleza animal procura dominar, conservar su presencia e impedir la de sus congéneres, sirviéndose de una característica que le es singular: la inteligencia o cognición, para preservar una pretendida superioridad en la jerarquía.

Otra particularidad del homo sapiens es su búsqueda de espiritualidad. Poca importancia tienen sus creencias, buscará un orden cósmico para justificar su papel o su misión en la tierra. Eventualmente inventará una religión con el fin de institucionalizar, uniformar, pacificar y dominar. El homo sapiens rebelde o ateo puede, por el contrario, destruir este orden a favor de otra lógica bien dirigida. El soberano espiritual (Rey) y el rebelde (Filósofo) sostienen su privilegiada influencia: el primero en el misterio y la fuerza, el segundo a través de la inspiración y la incitación a la rebelión. En los hechos el filósofo se rebela, a menudo, de manera más feroz que el soberano. De todas maneras ambos creen en su buena estrella.

Es interesante notar como las fuerzas del azar y las de la astucia prolongan o abortan el reinado del gobernante. Sin embargo, todo hombre es atrapado en una tormenta a la que llama estrés o miedo. Ambos, en general, debilitan a los pocos meses su sistema inmunitario, acelerando su breve tránsito por el mundo físico. En concordancia con la astrología occidental, establecimos doce categorías de homo sapiens. El número 12, múltiplo de 6, es considerablemente importante en la estructura humana. Son las siguientes:

El Mendigo (Piscis)

El mendigo es un hombre desgraciado aun cuando, en cierta medida, es mas libre que el resto de la gente. Está completamente separado de su ego y permanece indiferente a lo que los otros piensen de él. Es consciente de su posición en la escala social y sabe que no podrá ir mas allá porque él es el “mas allá”. La preocupación no forma parte de sus intereses. No tiene buenos modales. Tiende a aislarse de la sociedad que lo rechaza con toda su fuerza porque representa una amenaza contra el orden social establecido. Ejercitará su autoridad sobre animales, particularmente sobre perros (quienes a menudo lo acompañan) a través de caricias, de alimento, pero también de golpes, provocándoles la muerte algunas veces. No obstante, no se alimentará de ellos. Las mujeres mendigo son menos afortunadas que los hombres. A menudo son más maltratadas que los animales.

El Funcionario (Aries)

El funcionario tiene un papel clave en la sociedad del homo sapiens. Es el mago que lleva a cabo toda la política que es decidida por el rey o por el impostor. Puede ser minucioso en su tarea, celoso de la misma, y en algunos casos, sádico con sus congéneres. Jugará con su poder cada vez que toda posibilidad se lo permita. En ciertas sociedades, el funcionario hereda una gran libertad para decidir el destino de muchas situaciones o personas y cuanto más corrupto es un Estado, más prósperas e ilimitadas son sus funciones. En general es muy diligente en su tarea si el soborno lo amerita. Aquel que trabaja en puestos fronterizos tendrá gran oportunidad para explorar su dualismo maniqueo: ayudando, asistiendo, traficando, enriqueciéndose, hiriendo o humillando. Incluso a causa de este tipo de comportamientos son considerados por sus superiores como amenazadores y peligrosos. Estos sujetos sociales son capaces de exterminar todo un sector de la población si el hecho le es solicitado por sus patrones. Cabe aclarar que no todos los funcionarios reproducen estas conductas deleznables, algunos permanecen incorruptibles.

El Granjero (Tauro)

No se comprende por que este ser ha sido despreciado tanto por las masas urbanas por tantos siglos. Tal vez porque se lo considere poco sofisticado, poco dotado para la retórica y un poco vulgar. Sin embargo, toda la estructura social depende de él, de su trabajo, de su productividad, sin los cuales el hambre y la violencia imperarían. Pero también se encarga del trabajo sucio: de tener que matar, destripar, despellejar y mutilar a los animales, otros seres vivos (igual que él) a los que el homo sapiens encuentra desprovistos de espíritu y de palabra. Lo contradictorio radica en que las víctimas se encuentran genéticamente muy próximas a sus verdugos.

El Periodista (Géminis)

El periodista es a la vez valiente y peligroso. En algunos países forma parte de lo que se conoce como Cuarto Poder. Puede ser perseguido o mimado debido a sus creencias políticas. Se encuentra a menudo bajo presión y reproduce pues lo que se espera de él. El periodista con su locuacidad puede derrocar al rey tanto como reforzar su poder a través de la propaganda. De ahí la importancia de seducirlo con considerables sumas de dinero desde las esferas del poder, las fotos dedicadas por el rey, etc. Nadie es indiferente a la generosidad, a las adulaciones y a las pequeñas muestras de cuidado. Pero el periodista, como el rey, comprende muy bien que su prosperidad y el mantenimiento de sus propios privilegios en la sociedad, pasa por la instauración del miedo. Es imperativo que éste sea vendido, porque no sólo da beneficio a nivel monetario sino también asegura el predominio de su puesto. Es la razón por la cual se encuentran ahora cadenas de televisión, páginas en internet y periódicos gratuitos que bombardean diariamente a los receptores con noticias impactantes, contaminantes, violentas y aterradoras. Éstas contienen, al mismo tiempo, chismes que ridiculizan o humillan a ciertos artistas o políticos las cuales provocan que caigan en desgracia frente a la figura del Rey. El periodista se encuentra enfrentado así con una elección difícil para su conciencia; la de contribuir con la difusión de una energía negativa que tiene como objetivo principal el informar pero cuyo propósito real es el de mantener las masas en la ignorancia o el de participar en el despertar, en potencia, que dormita en cada ser humano. No es una exageración sostener que el periodista es el hombre más poderoso.

El Sacerdote (Cancer)

El sacerdote es quien menos fe en sí mismo tiene, en su buena estrella, lo que puede hacer que se convierta en un sujeto ilógico, miedoso y fanático. Para reducir su nivel de ansiedad necesitará de los dogmas con el fin de dar el curso correcto a su vida. Es un poco el autista de los hombres. Con una estructura y reglas bien establecidas, se mostrará con una eficacia y de un celo notables. Lo que parece incomprensible es que el sacerdote se haya vuelto rencoroso ante la perdida de la fe y haya desarrollado una obsesión por la hoguera (específica y explícitamente durante la Edad Media). Por otro lado, los más radicales son los conversos. Conscientes de sus orígenes, darán prueba de una crueldad sin precedente, sobre todo hacia su antigua comunidad, esperando que esta conducta los posicione jerárquicamente dentro de la congregación. Los llamamos los purificadores. A menudo ellos mismos caen en un espiral de energía negativa que les otorga poder, sexo y estrés. En una sociedad machista, en términos generales, las mujeres son excluidas del sacerdocio con todas las implicancias que este hecho conlleva.

El Rey (Leo)

El rey es, de hecho, el responsable de la total evolución social. Tiende a ser carismático, autoritario y encantador; cualidades necesarias para la supervivencia. Si es honrado, altruista y bueno, actuará de modo tal que hará que su tribu prospere y hará todo para evitar las guerras inútiles. Si su política va en contra de los intereses de personas deshonestas, del sacerdote o del funcionario, arriesgará su vida, de donde surgirá la necesidad de congraciarse con el cuarto poder. El rey tan pronto como alcance el trono hará todo lo posible, en un marco legal o no, para preservarlo. Le gusta ser halagado todo el tiempo y solo recibir buenas noticias que lo alejen de la realidad. Si puede sentir que es temido y amado a la vez, tanto más feliz será. Hará grandes esfuerzos, no por crear empleos para el desarrollo de la comunidad sino para ser recordado en la posteridad. Su única tragedia es sentir que la muerte le es inevitable.

El Maestro (Virgo)

El maestro (docente) ejerce el oficio más difícil hoy en día y es a menudo el blanco de numerosos insultos y burlas por parte de los estudiantes. Se ha registrado una gran evolución en el medio de la docencia. Hasta no hace mucho tiempo era temido por sus alumnos y respetado por los padres de éstos. Actualmente se lo ridiculiza, se lo amenaza y se lo mira con sorna. No obstante, la sociedad lo mantiene en su ingrata tarea por medio de antidepresivos, de vacaciones largas, de numerosas licencias por enfermedad y a través del lavado de cerebro del que son víctimas en nombre de lo políticamente correcto y de trazados estadísticos que hay que alcanzar. Se comprueba que el docente es un sujeto enormemente dotado de una gran capacidad de resilencia y de paciencia. Esta profesión se desplaza, como opción, cada vez más hacia el género femenino y hacia los inmigrantes.

El Artista (Libra)

El artista es un ser totalmente inmerso en sí mismo. Se aparta de la sociedad, a la cual critica con el fin de vender lo que produce. Forma parte de las personas más encantadoras y disimulará con sutileza su misantropía. Se percibe que su cerebro funciona de otro modo, lo que muchas veces explica sus inclinaciones ideológicas hacia el pensamiento de izquierda, su independencia, su dislexia, su soledad y muchas veces su exagerada inclinación a la bebida. Sin embargo, es gracias a él y su obra que la conciencia, la libertad y la herencia cultural sobreviven y se difunden dentro de la sociedad de un país, durante un eventual régimen autoritario (el 86 % del tiempo desde la aparición en la tierra del homo sapiens).

El Mafioso (Escorpio)

El mafioso es el ser más peligroso porque está dispuesto a utilizar todos los medios para conservar su imperio y su influencia sobre el resto de la población. No vacilará en eliminar a sus opositores. Ayudará al rey y al sacerdote a consolidar sus propios poderes y como compensación éstos estarán dispuestos a absolver y mirar al costado en lo que a sus crímenes atañe. Con el fin de establecer alianzas, el mafioso construirá hospitales, escuelas, financiará ayudas humanitarias, la construcción de templos, de mezquitas; hechos que reforzarán su popularidad frente al pueblo llano. Sacará a veces al mendigo de su miseria pidiéndole que elimine al juez, al funcionario, al periodista e incluso hasta al rey. Su gran punto débil es su inestabilidad en la vida privada. El mafioso es un hombre (raramente una mujer) acomplejado por ciertos traumas de la infancia. Hubiera querido ser desde edad temprana, más fuerte, más grande, más agraciado físicamente y más talentoso.

El Empleado (Sagitario)

El empleado es la principal fuerza en la sociedad homo sapiens. Es gracias a él que los objetivos rentables son alcanzados. El empleado tiene, en general, otras ambiciones diferentes a las estrictamente relacionadas a su profesión. Pensará sobre todo en su cena, en su ocio, en su comodidad y a veces en su desarrollo personal. Los días más importantes de la semana son, para él, viernes, sábado y domingo. Durante estos tres días, demostrará una capacidad excepcional de planificación, de organización, de creatividad y de entusiasmo, aunque éste comienza a decaer los domingos al atardecer. El empleado sumiso, dócil o cooperativo le permite a la alta burguesía vivir lujosamente de modo ostentoso, lo que llevará a esta última a desarrollar un sistema de Seguridad Social con el fin de apaciguar un poco las carencias (que les produce culpa) en las que vive el pueblo. Pero si la noción de estabilidad desaparece, el empleado seguirá al filósofo para derribar a la élite dirigente y al rey porque su naturaleza no incluye el concepto de lealtad.

El Juez (Capricornio)

El juez es el sujeto incorruptible en el cual reposa la esperanza del pueblo. Es el único quien verdaderamente tiene el poder de equilibrar las acciones del funcionario, del mafioso, del sacerdote, del filósofo y del rey. Lamentablemente, notamos que en el 60 % de los casos, los jueces se doblegan ante la presión de los dirigentes. Aunque la esperanza queda depositada en el 40 % restante cuya integridad se traduce en el desarrollo de su tarea por un mundo mejor. Desgraciadamente algunos de ellos experimentarán placer al castigar al culpable de modo violento incluso haciendo uso del látigo hasta provocar el laceración del cuerpo. Se observa que una mayoría considerable tiende a adherirse a sociedades secretas como una manera de consolidar su poder y una forma de compensar su aislamiento ya el juez es, en definitiva, una persona poco confiable. Pero por otro lado, la sociedad secreta a la cual pertenece, es la que acaba por controlar todo su accionar y como consecuencia orientar, de acuerdo a sus intereses, el curso de la justicia.

El Filósofo (Acuario)

El filósofo es quien experimenta la fe más acérrima: cree profundamente en su razón. Tan pronto como ostente el poder, actuará como un dios encarnado, seguro de que ninguna fuerza superior lo dominará. Será meticuloso y despiadado a la vez en la defensa de los objetivos fijados e instaurará una política nacional de interés colectivo, con la que justificará la rápida eliminación de todo obstáculo que ponga en duda su sabiduría y su estrategia.

Conclusión

Les aconsejamos a los miembros de nuestro planeta no entrar en contacto con los homo sapiens ya que ellos fueron capaces de crear toda una industria de alimentos extraídos de la carne de otros seres que comparten el mismo planeta. Podríamos correr la misma suerte a mediano plazo. Encontramos que los animales son menos caprichosos e indudablemente menos peligrosos, razón por la cual, le pedimos al Comité de nuestras Naciones Intersiderales que nuestra asociación espacial venga en auxilio de elefantes, delfines, ballenas, tortugas, de abejas, orangutanes y pandas.

Además hemos notado que la gente parece sentirse presionada por una fuerza invisible que los hace sumamente peligrosos e irracionales. Esta fuerza parece provenir de una fuente de energía dualista, que nos preocupa enormemente. Antes hubiéramos sugerido al Comité la destrucción del Planeta Verde, pero después de un período largo de observación concluimos que esto nos sería de un costo innecesario porque se espera que el homo sapiens destruya su hábitat dentro de los próximos cincuenta años. Su avaricia es ilimitada, su miedo constante, los celos lo atormentan y la tecnología nuclear amenaza su civilización en todo momento.

Sin embargo, algunos de ellos nos permiten vislumbrar una luz tenue de esperanza ya que son totalmente conscientes de sus defectos y trabajan incansablemente hacia una recuperación, un renacimiento, una nueva era. Estos aprecian la complejidad de su naturaleza e intentan controlar sus pensamientos e impulsos con varias técnicas, siendo la más destacada una que se conoce con el nombre de meditación. De esta manera ellos impiden que entidades invisibles tomen posesión de sus mentes manteniendo así pensamientos realistas y optimistas; los cuales les permiten alcanzar una comprensión del concepto de Unidad.

FΩRMIdea Buenos Aires, 10 de agosto de 2016 versión original en francés Huffington Post

Traducido del francés por Daniel Casarez Avalos 

 

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