Lectura: 9 minutos (2 páginas)
Conversamos con Alicia Vincenti Pimentel, coautora del cuaderno de actividades para lectoescritura Manos y trazos. Históricamente, la minoría zurda de la población ha sido marginada en lo que respecta a la elaboración de materiales de lectoescritura.
Para cada proyecto, un equipo
¿Qué es Manos y trazos y cómo llegó a materializarse esta iniciativa?
Ante todo, quisiera agradecer la oportunidad que me concede este medio para hablarles de este proyecto tan significativo para mí. Pocas veces un proyecto concluido es fruto de una iniciativa individual y pocas veces se publica tal como fue ideado en sus inicios. Manos y trazos no es una excepción. Lo que originalmente tuvo como primera motivación la búsqueda de soluciones para atender las necesidades de los niños zurdos con dificultades de lectoescritura, terminó por ampliar su target como recurso didáctico, e incluso podría decirse que ha comenzado a proyectarse socialmente para acceder a sectores menos privilegiados en la etapa de Educación Inicial.
Definiría a Manos y trazos como un libro integral de ejercicios de apresto para la lectoescritura, ideado para la etapa previa o para la alfabetización en el tercer nivel de la Educación Inicial. Su target son niños zurdos y diestros a partir de los 5 años.
Obviamente no habría sido posible culminar este proyecto de no haber contado con el esfuerzo y dedicación de todas las personas que participaron en cada una de sus etapas. Por eso, además de agradecer a Dios en primer lugar, debo expresar mi agradecimiento a mi socia, la licenciada Doris Gicherman y a los diseñadores gráficos Yusmary Aponte y Nelson López por su apoyo profesional y personal de alto nivel.
En el difícil contexto actual, siento que el haber podido llegar a la etapa de producción de este proyecto editorial ha sido un privilegio, una experiencia y un aprendizaje que otros solo sueñan tener.
Los zurdos también cuentan
¿Por qué dedicar un material especialmente para niños zurdos?
Históricamente, la minoría zurda de la población ha sido marginada en lo que respecta a la elaboración de materiales de lectoescritura, por cuanto no se tomaban en cuenta en absoluto las dificultades motoras y cognitivas que podría afrontar el niño cuya lateralidad es opuesta a la orientación del propio sistema de escritura y a muchas de las herramientas de uso cotidiano. Tampoco se consideraban las secuelas negativas que podrían tener a largo plazo las posturas incorrectas adoptadas por los zurdos para adaptarse a un mundo creado por y para los diestros, ni cómo afectaba psicológicamente la estigmatización de la población zurda, debido a los frecuentes problemas motores y cognitivos surgidos por sus dificultades de adaptación.
No todos los zurdos experimentan dificultades de adaptación, pero tienen derecho a ser considerados tan solo por el hecho de existir, y esa es la razón que motiva la creación de materiales y herramientas especialmente dedicados a ellos total o parcialmente. Aunque en muchos países abundan hoy en día recursos adaptados para zurdos, en Venezuela y en algunos otros países hispanohablantes esto no ocurre así. Los padres, maestros y psicopedagogos se ven en la necesidad de importar materiales o ingeniárselas para crear sus propios recursos.
La simple ignorancia y razones económicas y de mercado han influido notablemente en la marginación del sector zurdo de la población. En atención a la configuración de nuestro mercado, se efectuó una modificación sustancial del proyecto inicial con el objetivo de abordar todas las áreas incluidas en el programa de 3er. nivel de Educación Inicial, tanto para usuarios zurdos como diestros, de manera que fuera un poco más factible y rentable. Por lo tanto, estimo que no sería correcto clasificar a Mano y trazos como una herramienta exclusiva para zurdos.
“Manos y trazos redunda en beneficio de la economía familiar”, al hacer innecesaria la adquisición de guías para otras asignaturas. Es como tener 7 libros en uno.
¿Más de lo mismo?
¿Y acaso incluir a los usuarios diestros no convierte a Manos y trazos en una obra que apenas se diferencia de la oferta existente en el mercado latinoamericano?
En mi opinión, la originalidad de Manos y trazos no reside en los ejercicios que propone, pues contiene muchos de los tipos de actividades que tradicionalmente se observan en los materiales de apresto para la lectoescritura de este nivel. Más bien reside, en primer lugar, en adaptar una porción de los ejercicios tradicionales a los niños zurdos, sin perjudicar a los diestros. También en la inclusión de otras actividades, además de la caligrafía, y en la forma como se interrelacionan todos los ejercicios a manera de enciclopedia de Educación Inicial, que llena un vacío en el mercado de los materiales de enseñanza para este nivel en Venezuela y Latinoamérica.
En su forma definitiva, el cuaderno contiene más de 300 páginas de actividades de caligrafía, dibujo, motricidad gruesa y fina, nociones matemáticas, atención, expresión plástica y literatura, que contribuyen al desarrollo cognitivo, motor y de conocimiento de la lengua materna de una forma amena.
En este sentido, Manos y trazos es un libro integral, versátil y para uso prolongado, razón por la cual, como afirma acertadamente la licenciada Mirna Pares en la frase final de la introducción, “Manos y trazos redunda en beneficio de la economía familiar”, al hacer innecesaria la adquisición de guías para otras asignaturas. Es como tener 7 libros en uno.
Un sistema educativo más incluyente
En tu opinión, ¿dirías que hay evidencias incuestionables de que el cerebro de los zurdos funciona de manera diferente?
Carezco de la información necesaria para responder adecuadamente esa pregunta. Pese a los numerosos estudios y conjeturas en relación con el tema de las diferencias entre zurdos y diestros, el funcionamiento del cerebro es tan infinitamente complejo que estimo que es muy difícil determinar a ciencia cierta si, en realidad, somos radical y esencialmente diferentes. Habría que comenzar por preguntarse cómo se las ingeniarían los diestros si todo el mundo, incluyendo el sistema de escritura y los utensilios, estuvieran hechos por y para zurdos. Posiblemente sería muy útil determinar si funcionamos de forma diferente, pero no con la intención de corroborar que somos o no somos más inteligentes o más creativos o más rebeldes, o si tenemos discapacidad cognitiva.
Tal conocimiento, con toda seguridad, permitiría ampliar las opciones de ejercicios y la ayuda pedagógica para aliviar o hasta suprimir las dificultades de adaptación del niño zurdo al sistema de escritura y al mundo diestro, en general. Ese debería ser nuestro norte, aunque quizás también acabaría por profundizar de algún modo la discriminación en algunos campos.