Category: VIAJE
San Martín & San Bartolomé tan cercanas, pero tan alejadas
San Martín y San Bartolomé son dos islas vecinas con playas maravillosas y aguas turquesas que ofrecen una realidad caribeña muy diferente.
BUCAREST, ENTRE MODERNIDAD Y MELANCOLÍA DE UN PASADO GLORIOSO
Bucarest, ciudad entre modernidad y melancolía de un pasado glorioso Autor: Pierre Scordia Cuando uno descubre Bucarest, la latina, uno se pregunta por qué la capital rumana es todavía una desconocida […]
TEL AVIV – COMO EN CASA
Autor: Rea Peleg La mayoría de las personas que visitan Tel Aviv experimentan una sensación única de familiaridad, como si hubieran llegado a casa. Esto es raro encontrarlo en ciudades históricas grandes […]
Indómita Marsella
Cuando uno se encuentra en Marsella, está al mismo tiempo en ‘otros lugares’, lugares donde las historias a través de hombres y mujeres de múltiples países convergen. Estos hombres y mujeres están a menudo en tránsito y nos acercan a sus miserias y alegrías.
UNA MUJER TURCA EN SAINT GERMAIN
“Por la mañana me gustaba pasear a lo largo de los muelles del Sena y remontar hacia Saint Germain de Prés con libros encontrados en los puestos. Se podría decir que los cafés de París han sido concebidos para leer tomando un café. Las mesas son pequeñas, no hay música, la gente es respetuosa, está ahí como yo, para leer un libro o un periódico con una taza de café.”
El hedonismo ucraniano en Odesa & el fracaso ruso
Autor: Pierre Scordia Después de dos años de ausencia, vuelvo a Odesa, la Perla del Mar Negro. En el avión, que parte de Varsovia, una joven rusa se sienta a mi lado. […]
Guadalupe: una isla francesa entre el paraíso y la desesperanza
Si uno se toma la molestia de rascar un poco bajo la superficie de la postal caribeña, se da cuenta de que Guadalupe, está lejos de esta aparente situación de color de rosa, el tejido socio-económico entero funciona de hecho con gotero, con el 40% de la población activa compuesta de funcionarios, de los cuales, los de alto rango, vienen de Francia.
El síndrome de Marrakech
El error consiste en pasar solo un fin de semana en Marrakech. Para apreciar esta ciudad increíble y única uno debe quedarse por lo menos una semana, puesto que la cara del visitante se vuelve familiar, los lugareños empiezan a dejarle tranquilo, a saludarle, a sonreirle e incluso a bajar los precios.