Autor: Nicolas Gret 

Aquí y por un momento grabado en la eternidad, me pregunto o no sobre la razón de ser de este puro momento de  presencia, de felicidad y plenitud. Simple parámetro, el tiempo se para aquí y me lleva de nuevo al estado de átomo suspendido en la eternidad de lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño. En un momento en que la humanidad necesita tanta evidencia en todas las cosas bajo pena de nulidad, que tengo aquí y ahora nada que probar, yo soy.

Solo conmigo mismo y mi calma interior, explota este amor sin inicio y sin fin, hecho de todo y nada. Este amor se expresa dentro de nuestras células sin necesidad de ser estimulado, está presente dentro de nuestro corazón, como este sol otoñal que me ilumina y brilla sin sorprenderme. 

Separado de la esfera personal y del resto del mundo, observo con bondad la expresión de este amor en mí. Tal como un vórtice, me aleja un poco más de este apego a los objetos y al cuerpo inducido por nuestro ego mental. Él me libera tanto de mis emociones no concientizadas  como de mis temores.

Presentemente, él me alienta en preguntarme con conciencia sobre el simbolismo de un amor incondicional. Una forma de contra poder la cual se permite juzgar a su manera cualquier otra forma de amor. El juicio, eso es lo que me molesta. Una postura incondicional, no seria ella misma una condición? ¿No es esto lo que llamamos ego espiritual? La fuente, llamada puro amor no es perfecta como es? ¿No esta creando cada cosa en la idea de esta plenitud?

Más que nunca, nuestras realidades contemporáneas desvían la idea misma del amor. Le dan forma a un concepto egotista, temporal y perecedero, un velo al origen de muchas expectativas, miedos, emociones y sufrimientos en el mundo.

Una voluntad de amor incondicional no me parece ir lo suficientemente lejos. Tal como nuestro lindo y hermoso sol, como la roca sobre la que le estoy sentado, como las montañas detrás de mí, el amor no tiene que demostrar que es, el amor es!

El hombre llega a un punto de saturación de el mismo. Es importante entender esto, así como es tiempo de respetar, honrar y hacer lo que está en nuestro poder. CAMBIA!

Entonces imagino a esa nueva humanidad borrando a todas las identificaciones relacionadas al yo, sin relación de poder, ni dualidad, con cohesión, equilibrio y aceptación de lo que es : este vacío de información presente todo tiempo y dentro de nuestro silencio nos ha hecho el regalo de manifestarse. Escúchalo dentro de ti...

Cada uno sacará sus propias conclusiones. Quizá sea esto el amor.

FORMIdea Madrid, el 26 de marzo de 2016.