Déjame salir: una película tóxica que hace contener la respiración

Déjame salir es una película que funciona a varios niveles: una gran película de terror, una comedia, un thriller y una sátira sobre la América blanca aparentemente liberal.

Es la historia de un fotógrafo negro, talentoso, guapo, carismático y reconocido, que es invitado a pasar un fin de semana en casa de los padres de su novia, Rose, una chica rica y a priori afectuosa. Desde el principio, le invade al fotógrafo una cierta ansiedad ante la idea de pasar unos dias entre una familia blanca y burguesa. Sin embargo, los padres, abiertos de espíritu y acogedores, intentan hacerle sentir cómodo. En varias ocasiones se nos hace saber que el padre ha votado dos veces a Obama. Pero uno entrevé un hombre siniestro disimulado tras su aire afable; y lo mismo ocurre con su familia.

Al principio del largo metraje, vemos a un joven negro ser secuestrado en una hermosa calle arbolada al caer la tarde; la calle se parece a aquellas de las películas de John Carpenter (Hallowen). Pero el secuestrador no va enmascarado y la víctima no es un blanco adolescente. Las presas son esta vez negras, que encarnan los temores de la América media hacia la población afro-americana. En la historia de Occidente y de los Estados Unidos, la prosperidad reposa sobre la explotación de todo aquel que no es europeo blanco o caucásico. Get out es más que una metáfora y mucho mejor que una caricatura. La intriga está tan bien desarrollada que se hace inteligible inmediatamente sin necesidad de añadidos.

El suspense disminuye a medida que advertimos que se trama y el thriller se vuelve más tradicional. Pero la escena final de la película, sangrienta y vengativa es un verdadero choque emocional. Es gracias al talento de los actores que nos mantenemos en tensión. La intriga está perfectamente llevada y el desenlace es casi alegre. En 'La Noche de los Muertos Vivientes' de George Romero, el protagonista negro supera todos los peligros de la historia pero acaba siendo asesinado por las autoridades militares. En Déjame salir, el héroe sobrevive.