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Resumen del articulo francés : “Joséphine, une responsabilité dans le rétablissement de l’esclavage ? “

Vuelve a menudo en Martinica el tema de las responsabilidades en el restablecimiento de la esclavitud, o mejor dicho “la continuación de la esclavitud” ya que la ley del 20 de mayo de 1802 indica en el primer artículo: “se mantendrá la esclavitud conforme con las leyes anteriores a 1789” en las colonias recuperadas por Francia. Después de una paz firmada por los ingleses que se habían apoderado de una gran parte del imperio, las nuevas leyes restablecen la esclavitud. Esta nueva ley vale también para todas las posesiones francesas (incluso las que no habían tomado los enemigos) para confirmar el mantenimiento de la trata de los negros y su importación en las colonias. Este texto fue votado con 211 votos contra 63.

En tal contexto cabe precisar cual fue el papel de cada uno. El primer cónsul, Bonaparte, parece ser el promotor de la ley. Después de apagar toda oposición interior, y haber firmado la paz con los ingleses, Bonaparte quería desarrollar de nuevo la prosperidad de las islas de azúcar y seguir con la esclavitud. Al mismo tiempo La Luisiana fue devuelta a Francia. Yves Benot insistió mucho en el papel de Bonaparte, pero muchos colonos, según Thierry Lentz influyeron también en esta decisión.

A este propósito, es de notar la evolución de las posiciones de los ministros. Si el vice almirante Truguet, ministro de la marina que había dominado el período dictatorial, no dejó de ser un “abolicionista convencido”, no fue lo mismo más tarde. Forfait, ingeniero de marina, abre, con el Consulado, la vía a los que habían vuelto a la escena política en 1797. Desde 1799 hasta 1801, los miembros del partido clichyen, neo-esclavistas, desarrollan un discurso colonialista y racista después de la pérdida de Santo Domingo. Luego, el contraalmirante Decrés ejecuta fielmente las órdenes del primer cónsul.

Esa reacción se nota aún más en las oficinas ministeriales. Muchos colonos fueron nombrados ministros como Barbé -Marbois en Santo Domingo que se había casado con una norte-americana y que fue nombrado ministro del Tesoro. Igualmente en Martinica donde no se había suprimido la esclavitud, fue nombrado gobernador Villaret de Joyeuse el vice almirante que había escoltado la expedición Leclerc y que había fracasado. En todos los ministerios habían inferido los defensores de la esclavitud.

En la crisis que sufrieron, los plantadores y los negreros se unieron en este club Massiac en Paris y en los puertos atlánticos. Cuando se deshizo este club, al fin de la monarquía, adhirieron al club de Clichy dirigido por el dominicano Viénot de Vaublanc, miembro del cuerpo legislativo. En tal contexto hubo “muchas uniones criollas” hasta en las altas esferas de la sociedad. Talleyrand, ministro de las relaciones exteriores, se casó con una criolla de las Indias Orientales, como lo habían hecho Vergennes, hijo de un exministro o como Charles de Lameth casado con la hija de un propietario de Guadalupe, y hasta Bonaparte que se casa religiosamente en 1804 con Josefina de Beauharnais, 8 años después de haberse casado con ella civilmente.

Entonces podemos preguntarnos cuál fue el papel de las mujeres y si han influido en la política de los dirigentes. Poco después Bonaparte adopta a Eugenio, el hijo de Josefina y lo nombra edecán mientras que Claudio, otro Beauharnais, es nombrado senador. En 1802, en Martinica, la nominación de Villaret de Joyeuse en el gobierno, favorece a los Tascher de la Pagerie, en particular a la madre de Josefina.

En 1995 Jean-Marcel Champion escribió que no intervino Josefina en el restablecimiento de la esclavitud. Cristóbal Pincemaille dice que Josefina no expresó ninguna opinión en público y no aprobó ni justificó la ley de 1802.

Versión en francés disponible: Joséphine, une responsabilité dans le rétablissement de l’esclavage ?